El financiamiento de arbitrajes por terceros es una práctica en la que un fondo de inversión, empresa o individuo financia los costos de un proceso arbitral a cambio de una retribución en caso de que el laudo sea favorable. Esta práctica permite a personas sin recursos económicos suficientes acceder al arbitraje.
Los fondos de inversión realizan un análisis del caso antes de invertir, evaluando las posibilidades de éxito y el monto de la posible recuperación. Si deciden invertir, se firma un acuerdo con el demandante en el que se establecen las condiciones del financiamiento, como la retribución que recibirá el fondo en caso de éxito.
Los fondos de inversión suelen financiar arbitrajes con daños y perjuicios cuantificables y con altas probabilidades de éxito. No suelen financiar casos relacionados con daños a la persona, negligencia médica, divorcio o difamación.
El financiamiento por terceros en el arbitraje tiene sus ventajas:
- Facilita el acceso al arbitraje para personas sin recursos económicos.
- Ayuda a mitigar el riesgo financiero para el demandante.
- Los fondos de inversión llevan a cabo un análisis del caso para determinar su viabilidad.
Sin embargo, también presenta desventajas:
- El demandante debe compartir la compensación con el fondo de financiamiento.
- Existe el riesgo de que el demandante pierda autonomía en la toma de decisiones estratégicas del caso.
- Pueden surgir conflictos de interés con los árbitros debido a la presencia del financiamiento por terceros.
- La confidencialidad del arbitraje puede verse comprometida al revelar información financiera a los financiadores externos.
El financiamiento de arbitrajes por terceros es una herramienta útil para acceder al arbitraje, pero es importante conocer sus ventajas y desventajas antes de aceptar un acuerdo con un fondo de inversión.