Bedoya Berckemeyer

El aftermath de la victoria de David ante Goliat: A propósito de la ejecución de laudos en los arbitrajes entre inversor-Estado

En el ámbito del arbitraje internacional, particularmente en disputas entre inversores y Estados (o ISDS, por sus siglas en inglés), surge la pregunta: ¿Qué ocurre después de ganar el proceso arbitral? Obtener un laudo a favor es solo el comienzo; lo que sigue puede ser un desafío. Para ilustrar este proceso, se recurre al relato bíblico de David y Goliat: el Estado actúa como Goliat, mientras que el inversor privado es representado por David.

Supongamos que el inversor ha ganado la disputa y un tribunal arbitral ha ordenado al Estado pagar una compensación económica. Sin embargo, el Estado se niega a cumplir con el laudo. Este escenario, conocido como «aftermath» o secuelas de la victoria arbitral, es lo que exploraremos aquí.

Según Bravin et al. (2022), de cada 170 casos en los que un tribunal arbitral condenó al Estado a pagar daños, solo en un 60% de las ocasiones el Estado cumplió con su obligación pecuniaria. Esto obliga al inversor extranjero a recurrir a los procedimientos legales locales para hacer cumplir la decisión, ya que el Estado se niega a pagar. Este proceso puede ser complejo y costoso, ya que implica enfrentarse al sistema judicial del país donde ocurrió la disputa, lo que añade otra capa de incertidumbre y riesgo para el inversor.

¿Cuáles son las estrategias y desafíos que enfrentan los inversores después de ganar un arbitraje internacional, y cómo pueden asegurar el cumplimiento de los laudos en disputas contra Estados? Conoce más en la publicación